2068 Campo de amapolas

20 Jun 2068 Campo de amapolas

Campo de amapolas (Camp de roselles) es una obra que nos transporta directamente al corazón de los paisajes más vibrantes y emotivos de la Costa Brava. Con su característica pincelada expresionista y el uso magistral del color, Blanco Grané nos ofrece una escena llena de vida, luz y emoción, que conecta directamente con los sentidos.

Este óleo sobre tela, de 54 x 65 cm, representa un campo de roselles —las icónicas amapolas mediterráneas— en plena floración, extendiéndose hasta el horizonte. En primer plano, las flores rojas destacan con fuerza entre los tallos verdes y dorados del trigo, generando un contraste cálido que irradia energía y vitalidad. Al fondo, unas suaves colinas y un cielo ligeramente nublado terminan de construir un ambiente natural que respira calma, armonía y movimiento al mismo tiempo.

La escena está inspirada en los paisajes rurales que rodean la Costa Brava, una zona que el artista conoce y ama profundamente. No se trata de una representación literal, sino de una interpretación emocional, donde cada trazo y cada mancha de color busca transmitir la sensación de estar allí, envuelto por el viento, la luz del sol y el perfume del campo en plena transición entre primavera y verano.

En esta obra se aprecian algunos de los temas centrales del lenguaje artístico de Blanco Grané: la conexión con la naturaleza, la exaltación del color y el deseo de capturar lo intangible —esa emoción que despierta un paisaje cuando nos detenemos a observarlo con calma. El campo de roselles no es solo un lugar físico, sino un estado de ánimo. Es el recuerdo de una infancia libre, de veranos eternos, de paseos sin prisa bajo el cielo abierto.

La Costa Brava, con su riqueza de contrastes entre mar y montaña, entre calas rocosas y campos abiertos, ofrece al artista un sinfín de estímulos visuales y emocionales. Esta obra en concreto es un homenaje a la parte más interior y menos conocida de la región: sus campos en flor, sus caminos rurales, su vida sencilla y pausada. Blanco Grané logra capturar ese espíritu con una técnica firme y un uso expresivo del óleo que dota al cuadro de una textura casi palpable.

«Camp de roselles» es, además, una invitación a detenernos, a contemplar, a reconectar con lo esencial. En una época de prisas y pantallas, este cuadro nos recuerda la belleza de lo natural y la importancia de preservarla. Su presencia en cualquier espacio genera una atmósfera acogedora y alegre, capaz de transformar una estancia con solo su energía cromática.

Esta obra está disponible para su adquisición en la galería de Blanco Grané en Tossa de Mar, un lugar emblemático de la Costa Brava donde se puede disfrutar de toda su colección en un entorno único. También puede consultarse más información o realizar una reserva a través de la página web oficial.